Su gran panorámica nos regalará las vistas más emblemáticas de todo su territorio paisajístico

Parada obligada en la ruta. El cabezo de cortinillas es un espectáculo natural que se encuentra en el sur de las Bardenas Reales. El paisaje es inimaginable, con paredes que se elevan a más de 1km de altura. Desde su cima veremos las vistas más espectaculares de todo el parque natural 

Esta formación geológica es el resultado de la erosión del viento y la lluvia durante millones de años. El Rallón es un ejemplo impresionante de la erosión diferencial, ya que ha sido moldeado de manera única por los procesos geológicos naturales Además, el Rallón es un lugar muy importante para la fauna local y se pueden observar numerosas especies de aves

El Mirador de Juan Obispo es otra de las paradas obligas en nuestra visita a las Bardenas Reales. Desde él tendremos una panorámica inigualable de la base militar.

En el corazón de la Bardena Blanca está Pisquerra, un paisaje que parece sacado de un decorado de película. Era tierra de bandoleros, siendo el más famoso de todos Sanchicorrota, quien cerca tenía su refugio donde fue acorralado y muerto.

Este punto es una de las formas más características del emblemático paisaje natural de las Bardenas Reales de Navarra, un paraje semidesértico declarado Reserva de la Biosfera.

Sin duda es el símbolo de las Bardenas, tiene forma de pirámide coronada por una columna y se podría decir que es una chimenea de hada. Una formación rocosa resultado de la erosión, en la que una roca más resistente a la erosión se asienta sobre materiales más erosionables como en este caso la arcilla.

Esta ruta es una ruta para todos, dado que no resulta un terreno complicado.